¿Por qué sólo algunas muertes generan cambios?

Mientras el Estado sigue matando, el cambio recae en la no indiferencia a las muertes

Las muertes que generan cambios en la sociedad se relacionan con los temas discutidos en la opinión pública del momento, son muertes que han tenido la capacidad de redefinir derechos y responsabilidades, han causado indignación y malestar, y “la mediatización de los casos permitió pasar de muertes individuales a problemas públicos nacionales”, aseveró Gabriel Kessler, investigador de la Universidad Nacional de la Plata.

En Argentina, las muertes que no importan se caracterizan por ocurrir en barrios estigmatizados, y ello funciona para naturalizar la muerte a nivel local, para ver este barrio como peligroso para otros. “Una víctima no nace, se construye”, y en dicho sitio las víctimas no son tan víctimas. Contrario a ello, las muertes que importan se estabilizan en el tiempo, mediante la focalización de todos los medios de comunicación en el tema, “las víctimas tienen que ser inocentes y debe haber empatía para que los periodistas funcionen como productores del caso y tenga duración en el tiempo”, explicó Kessler.

Sin embargo, cada vida importa, y no se ha desnaturalizado la compasión. “En Argentina el Estado sigue matando y a gran parte de la sociedad no le es indiferente la muerte violenta del prójimo. Que la muerte no sea indiferente da optimismo, porque algo hemos aprendido, algo hemos sedimentado para generar cambios”, concluyó el investigador argentino.

Por su parte, Verónica Zubillaga, investigadora de la Universidad Simón Bolívar, argumentó que el año pasado “hubo 4200 muertes en manos de policías venezolanas, lo que constituyó el 25% de las muertes en ese año en Venezuela”. Esto sucedió por el cambio realizado en la militarización de la seguridad ciudadana, es decir, desde el 2015 se vive una matanza sistémica mediante el Operativo de Liberación del Pueblo (OLP).

El OLP tiene como “principales objetivos ‘la búsqueda, localización, neutralización, desarticulación y erradicación de las bandas, organizaciones y grupos financistas, así como, actividades criminales, paramilitares, desestabilizadoras y generadoras de violencia’. Y los jóvenes de sectores populares son las principales víctimas de la matanza”, son las muertes que no importan, dado que en el marco del OLP el 65% de los asesinados en Venezuela son jóvenes de entre 18 y 25 años, sentenció Zubillaga.

Lo anterior se discutió en el Auditorio del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM (IIS-UNAM), dentro del Seminario Internacional Jóvenes y Espacio Público, coordinado por Marcela Meneses, investigadora del IIS-UNAM, y Jahel López, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.


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Fotografía de portada: Fotografías Emergentes

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