Las paredes gritan:
Judas Tadeo…
santo bueno…
¿O malo?…

San Judas y lo imposible

El fin de semana pasado coincidieron tres asuntos: el viernes 28 fue la fiesta anual de San Judas Tadeo; el 30 hubo elecciones en Brasil; y el lunes 31 apareció la iglesia católica defendiendo al INE.

Son tres historias que trataremos de unir en un solo relato.

No tengo duda que el nuevo presidente Lula, de Brasil, quizá rezó el 28 de octubre para alabar a San Judas Tadeo… Aunque no sea católico.

Todos los días 28 de cada mes se celebra a San Judas Tadeo, pero en octubre es su celebración anual. San Judas es un santo milagroso… Es el santo de “las causas imposibles”.

Entre la banda que sigue a San Judas Tadeo hay “buenos y malos” —o como se les quiera decir— y Lula puede aparecer de los dos lados.

Lula es un líder sindical que fue ascendiendo poco a poco en la política. Llegó por su propio esfuerzo a ser el líder del sindicato metalúrgico más grande de Brasil.

Es el único líder sindical en América Latina que llegó a ser presidente de un país. Es un luchador. Es un guerrero… Así lo han definido.

En Latinoamérica vivimos una oposición permanente entre los ricos y los pobres. Él trabaja para ayudar a los más pobres.

Los grupos más ricos de nuestros países están siempre al pendiente de las ganancias económicas y las utilidades. No es raro. Vivimos en un sistema económico creado y avalado por los norteamericanos.

Lula no es parte de las élites. Es un hombre de origen humilde. Por eso la derecha —empezando por la brasileña— siempre le cerró las puertas. Lula es hoy un símbolo en Brasil… Sobre todo para los más necesitados.

Al concluir su mandato, en 2010, fue atacado ferozmente con sus proyectos.

La derecha y la extrema derecha brasileña quisieron acabar con él y con el Partido de los Trabajadores (PT). Esa historia se llama “Lava Jato” —Auto Lavado— y no es fácil explicar en corto cómo consiguieron el “Impeachment” (Destitución) de Dilma Rousseff, su sucesora.

Las fuerzas de derecha brasileñas dieron un Golpe de Estado —de forma simulada— y encarcelaron a Lula.

Las élites brasileñas no querían que regresara a la política. Pero Lula no es sólo un viejo luchador de 77 años… Lula “es una idea”.

No importa que haya estado preso. Su detención generó una movilización muy grande en Brasil.

Lula es referente de lucha para muchos millones de personas que pelean por mantener la democracia en Brasil. La imagen de Lula creció con su detención. La gente mantuvo su fe en él. Y apostó por él en las elecciones del domingo pasado.

No importa que sea bueno o malo.

San Judas Tadeo hizo real una causa casi imposible… ¿O no?

Templo de San Hipólito

Antes de seguir con Lula, revisemos un poco de historia… ¿Por qué se festeja a San Judas Tadeo?

El templo de San Hipólito fue construido por los conquistadores españoles en memoria del día en que celebraron haber ganado la Ciudad de México, el martes 13 de agosto de 1521.

Está en la actual Avenida Hidalgo, donde los aguerridos mexicas le dieron hasta por debajo de la lengua al ejército español durante la llamada “Noche Triste” el 30 de Junio de 1520.

Fue en esa zona donde un soldado español, Juan Garrido, construyó una Ermita en memoria de los conquistadores caídos… En un principio se llamó “De los Mártires”.

Garrido recogió los restos de sus compañeros muertos para darles sepultura y con ellos fundó la Ermita.

Vicente Riva Palacio en su obra “México a través de los siglos”, calcula que fallecieron en esa batalla unos mil seiscientos españoles y unos siete mil indios.

La fundación de todas las ciudades de América Latina siempre se apareja con la designación de un “Patrono Celestial” que —para la mentalidad de los “nuevos pobladores”— interceda por ellos.

La Ciudad de México —en su etapa virreinal— tuvo varios santos patronos que cambiaron con el paso del tiempo. San Hipólito (13 de agosto) fue el primero de ellos.

En estos espacios siempre se mezclan las celebraciones religiosas y las civiles.

Las fiestas religiosas cumplen con su función de fortalecer la creencia del pueblo en la iglesia católica.

Las fiestas civiles —aunque sean Fifís— tienen fines propagandísticos a favor de los intereses de las clases gobernantes y las oligarquías.

Además —en ese tiempo— renovaban la obediencia y la lealtad de los súbditos hacia el Rey de España, sin importar los miles de kilómetros que los separaban.

A pesar de que la iglesia de San Hipólito estaba dedicada al primer Patrón de la Ciudad de México, hoy es mucho más conocida por los “peculiares devotos” de San Judas Tadeo que acuden a ella en forma masiva y creciente.

Van justos y canallas… ¡Todos juntos el mismo día!

Buenos y malos

San Judas Tadeo es un santo milagroso que atiende tanto a los bondadosos, como a los malvados… Además, trabaja para todas las clases sociales.

Es el santo preferido de los policías —supuestamente buenos— y de los reos, ex reos y familiares de los reos —supuestamente malos—.

En San Hipólito es fácil encontrarse los días 28 a raperos “acholados”, etilo MC Luka. Asisten muchísimos cholos, muy parecidos a los personajes terroríficos que nos vende la “Caja Idiota” (la TV) cuando habla de las famosas “Maras” —la Salvatrucha, la 13, la 18, la Mexican Mafia—.

Con él, se va a rezar por los que entraron a los reclusorios. Sus familiares acuden a “pedir por ellos”… Y si ya salieron libres, agradecen su liberación.

Los policías van a bendecir sus armas, sus balas, sus motocicletas, sus placas, o sus patrullas.

Todo el día llega gente. Desde las 6 de la mañana hasta 12 de la noche. El Metro se llena de pandilleros que —curiosamente— se unen colectivamente en la estación Coyuya.

Es obvio que los santos inventados por la iglesia son falsos. Pero ayudan a mantener el lujoso, caro y exuberante “sistema económico-político-financiero” del Estado Vaticano.

No importa quién sea el bueno… o el malo.

De forma casi inusual, la iglesia católica se pronunció el lunes pasado abiertamente para defender al INE contra la reforma electoral propuesta por AMLO.

¿A qué aspira la iglesia? ¿A involucrarse en la política? ¿A bendecir a los políticos?… NPI.

La tradición de San Judas continúa.

Por eso tenemos que afinar nuestro perfil para identificar mejor a los buenos de los malos.

La cueva del delfín

Lula ganó las elecciones… Y miles de ultraderechistas brasileños piden que el ejército defienda a Bolsonaro… Por lo visto, San Judas Tadeo tiene todavía muchas causas imposibles pendientes.

¡Vientos huracanados!, si no me mandan el Poder Divino nos veremos por acá el próximo sábado…

Comentarios, quejas y lamentaciones: Facebook Héctor Castillo Berthier / Email: berthier@unam.mx

+ posts

Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Email: berthier@unam.mx

También te podría gustar...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

9 + one =