Medio Oriente depende de alimentos y energéticos que producen los países en guerra
Varios países de la región tienen intereses con ambos lados del conflicto
La guerra entre Rusia y Ucrania está demostrando la interdependencia del mundo global. Estos dos países representan alrededor del 70 por ciento de las exportaciones mundiales de trigo y de aceite de girasol, lo cual puede derivar en una extrema vulnerabilidad alimentaria que afectará principalmente a África, Asia y Medio Oriente, señaló Carlos Martínez Assad, Investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Rusia en el Medio Oriente
Moscú ha intensificado su presencia en Medio Oriente, tanto en términos comerciales como en intervenciones militares, explicó Brenda Estefan, experta en asuntos internacionales y articulista en el periódico El Universal.
Al ver la retirada creciente de Estados Unidos de la región, Rusia ha buscado llenar ese vacío y, además, se ha involucrado en algunos conflictos de la zona, particularmente en Siria, en donde resultó fundamental para erradicar a ISIS, con lo cual ha aumentado sus fichas en el tablero internacional, señaló Estefan.
Algunos de los países tienen una posición complicada frente a lo que está sucediendo en Ucrania y sus intereses geopolíticos, económicos y militares con Rusia. Siria, es un caso interesante, ha servido de escaparate y campo de entrenamiento del ejército ruso, lo que le ha permitido cerrar cuantiosos contratos armamentistas con ese y otros países de la región, expresó Brenda Stefan.
Seguridad alimentaria amenazada
Varios países de la región tienen intereses con ambos lados del conflicto lo que explicaría la ambigüedad en sus posiciones diplomáticas. El 30 por ciento del trigo que utilizan en Medio Oriente viene de Ucrania y Rusia, expresó la especialista, y agregó que, la seguridad alimentaria, que ya estaba en crisis, se ve todavía más complicada por el aumento del precio del trigo y del maíz.
Las declaraciones de varios periodistas en el sentido de que esta es una guerra más occidental, más “europea”, por lo que hay una mayor simpatía en el tema de la recepción de migrantes son lamentables. Las víctimas de una guerra, independientemente de su color de piel, religión o nacionalidad deberían ser tratadas con igual humanismo, concluyó Estefan.
Dependencia energética
Muchos medios han manejado esto como un conflicto europeo, pero apenas estamos sintiendo las primeras ondas expansivas que este conflicto tiene a nivel mundial, afirmó Alfonso Zegbe, funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Recientemente nos levantamos con la noticia de que el precio del petróleo Brent alcanzó niveles récord que no habíamos visto desde 2008.
Aunque se hable de energías alternativas, este conflicto nos ha mostrado que seguimos dependiendo de los hidrocarburos, declaró el diplomático.
Hoy estamos viendo una manera muy distinta de conocer la guerra, antes no existía la facilidad de comunicar acciones en tiempo real. Esto es algo que al sector hidrocarburos le mete mucha presión, ya que es una industria que se mueve a largo plazo, mencionó Luis Martínez, especialista en energéticos.
La capacidad para cumplir con las demandas, están limitadas a las capacidades instaladas de una refinería, que se pueden llevar hasta un límite técnico de producción pero que no se pueden sobrepasar sin arriesgarse a generar una serie de accidentes tremendos, añadió el experto.
Hoy en día Europa, en temas de consumo energético neto, tiene una dependencia del 60 por ciento de Rusia. Esta situación no es sustentable por lo que se abre una oportunidad para el multilateralismo energético y para que los organismos internacionales promuevan agendas de transición energética, señaló Martínez.
Estas reflexiones se realizaron en el marco del Seminario Universitario de las Culturas de Medio Oriente, coordinado por Carlos Martínez Assad. El evento se llevó a cabo el 8 de marzo de 2022 por videoconferencia.
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Técnica Académica del Departamento de Difusión del IIS-UNAM (2019-2022)
