Emociones climáticas: la motivación que nos falta

“Nuestro mundo. Nuestra elección. ¿Nuestro futuro? Imagen: Iván Arenas, Chicago ACT Collective”

Noviembre 2025. En unos días empieza la trigésima Conferencia de las Partes de la ONU para el cambio climático, la cual no está exenta de críticas desde los movimientos sociales y las personas defensoras1. El secretario general de las ONU acaba de admitir el fracaso del límite de 1.5ºC2 (de aumento de temperatura a partir de la era preindustrial), y los científicos están en necesidad de ampliar la escala de huracanes como consecuencia de la crisis climática3.

La crisis climática es una realidad que ya es difícil ignorar, aunque haya quienes miren a otro lado porque no saben cómo enfrentarla y les incomoda, o hasta la puedan considerar una oportunidad de negocios.

Esta realidad que estamos viviendo nos genera, además, muchas emociones, que a veces no sabemos nombrar, o no podemos compartir con nadie. Estas emociones pueden movernos a hacer algo para enfrentar la crisis, pero también pueden paralizarnos o desanimarnos. Por eso, hablar lo que sentimos al vivir la crisis climática no solo es importante para evitar o encarar problemas de salud mental, pero, antes de eso, es importante para darnos cuenta de cómo nos está afectando la crisis, y construir alternativas.

¿Qué son las emociones climáticas?

Es normal sentirse tristes, abrumadas, aterradas y hasta desesperadas al observar o conocer los efectos presentes y futuros de la crisis climática. Y estas emociones las pueden sentir las personas que sufren los efectos de esta crisis en sus territorios –sean inundaciones por lluvias torrenciales o los efectos de las sequías prolongadas o de las olas de calor–, pero también las personas estudiantes, profesionales y académicas que leemos información sobre esta crisis, las personas que trabajan en el campo y con otros seres vivientes y que son testigos directos de cómo esta crisis está afectando los ecosistemas, así como cualquier persona sensible hacia el medio ambiente. De todo eso hemos hablado en el coloquio de investigación sobre emo(ac)ciones climáticas que se ha llevado a cabo los días 21, 22 y 23 de octubre de 2025 (link vídeos).

El término “emociones climáticas” se refiere a las emociones que sentimos al estar viviendo y percibiendo la crisis climática, y en especial sus efectos que son tanto globales como locales, y pueden ser intensos, pero también lentos y constantes.

Aunque es normal sentir estas emociones, sabemos que no es común encontrar espacios para compartirlas con otras personas, y tampoco es simple identificarlas, nombrarlas y reflexionar sobre su alcance e impacto en nuestras vidas. Sin embargo, nombrar lo que sentimos al vivir la crisis climática es una forma de tomar conciencia de cómo esta crisis nos está afectando, y así empezar a encararla.

Multiplicar los espacios para hablar de emociones climáticas

En el marco del proyecto PAPIIT “EmoAcciones Climáticas. Herramientas para impulsar una respuesta colectiva a la crisis climática en México” (IN302825) estamos generando espacios y materiales para promover el dialogo y la reflexión alrededor de estas emociones. Una de las dinámicas que estamos aplicando es el de los cafés climáticos, experiencia que surge desde los espacios de activismo y que poco a poco se están difundiendo también en México. Si bien, ya hay varias organizaciones que están abriendo espacios para compartir emociones climáticas, aún necesitamos multiplicar estas actividades para llegar a públicos diferentes, no solo activistas y universitarios, sino también personas no activistas, de diferentes etnias, clases sociales, género, edad, nivel educativo, etc.

Por esta razón, hemos llevado a cabo un proyecto piloto en el municipio de Zacatlán (Puebla) denominado “Té climático”, con el objetivo de pensar en estrategias y dinámicas que ayuden a reproducir estos espacios. En la misma sintonía, gracias a la colaboración con la Dirección General de Divulgación de las Humanidades (DGDH-UNAM) también pudimos organizar un Café climático en las instalaciones de la Casa de las Humanidades, en la que participaron más de treinta personas de nuestra comunidad universitaria (link video).

Estas actividades, además de permitir conocer y compartir lo que sienten otras personas, y hasta ayudarnos a sobrellevar algunas de las emociones que nos genera la crisis climática como el dolor, la tristeza o la impotencia, también son espacios de aprendizajes, co-construcción del conocimiento y pueden convertirse en el substrato que alimenta nuevas acciones. Esto se debe a que, colectivizar las emociones nos muestra que hay más personas que sienten emociones parecidas a las nuestras, y así nos sentimos menos solas, y además nos ayuda a sobrellevarlas y canalizarlas hacia la acción, en lugar de dejar que nos paralicen.

Una herramienta para reflexionar sobre las emociones climáticas

Como producto del primer año del proyecto de investigación arriba mencionado (UNAM PAPIIT IN302825) también hemos creado un tríptico (link para descarga) que nos puede ayudar a identificar las emociones climáticas en tres dimensiones de la crisis: sus efectos, sus causas y sus diferentes respuestas. En lugar de aplicar la rueda de emociones (link para descarga) nuestra apuesta es hacer reflexionar sobre la construcción de las emociones climáticas pensando en: efectos, causas y respuestas. Esto se debe a que muchas emociones, y en particular las que sentimos por las causas y las respuestas, son a menudo invisibilizadas y se pierden al centrarnos solo en las etiquetas con las que nombramos las emociones. Sin embargo, la crisis climática genera muchas tristezas, rabias, esperanzas, etc. diferentes, que al describirlas y comprenderlas nos pueden ayudar a enfrentar esta crisis.

A manera de ejemplo, mientras podemos sentir tristeza o hasta duelo por las especies que se están extinguiendo como consecuencia de la crisis climática, también podemos estar sintiendo tristeza al ver que nuestros vecinos o conocidos son indiferentes al problema. Además, es común que sintamos muchas emociones al mismo tiempo, y que, a la tristeza que sentimos al ver la indiferencia de los demás, se sume la frustración por no lograr involucrar a más personas, o a las que queremos, en nuestras acciones por el medio ambiente, o la rabia frente a la inacción institucional.

Por último, pensar en las respuestas activas a la crisis (acciones individuales y, sobre todo, colectivas) nos puede ayudar a mantener la esperanza en un momento histórico que puede parecer oscuro. Aunque los datos y modelos no dan espacio al optimismo, juntarnos con otras personas sensibles y preocupadas nos hace sentir menos solas, nos permiten conocer alternativas a este modelo de desarrollo, y nos ayuda a cultivar la esperanza radical de que hay mucho por salvar, y que vale la pena intentarlo.

La crisis climática ya está aquí y necesitamos aprender a enfrentarla, no solo reduciendo la contaminación que la está causando (mitigación), y preparándonos a convivir con sus efectos (adaptación), sino también superando las barreras psicológicas y culturales que nos impiden actuar.

1 https://desinformemonos.org/la-cop30-es-una-farsa-la-transicion-ecologica-es-una-mentira-y-el-desarrollo-sostenible-no-existe/?fbclid=IwY2xjawN68lRleHRuA2FlbQIxMABicmlkETFsMG1YaWRQRlhoZ2U4NWgzc3J0YwZhcHBfaWQQMjIyMDM5MTc4ODIwMDg5MgABHkbQJSUchQNxdH7z500FLYR_o5wPC8dKhwql5WuDsPwJKQQ1ak472s38bpBa_aem_AiZIZE3HbAYlepL2DFE0ZQ

2 https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/11/06/mundo/hemos-fracasado-en-objetivo-de-limitar-el-calentamiento-a-15c-onu?fbclid=IwY2xjawN68mRleHRuA2FlbQIxMABicmlkETFsMG1YaWRQRlhoZ2U4NWgzc3J0YwZhcHBfaWQQMjIyMDM5MTc4ODIwMDg5MgABHlmW4wgDsKtetLPdEt_2IKvxKagp7W-EKmcYUFyF7TidJkePX2jFBcZsLRGD_aem_dJX_Snm2Kav4jb8dk3WXfw

3 https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/11/06/ciencias/advierten-cientificos-que-el-orbe-esta-por-entrar-en-la-era-de-los-huracanes-categoria-6?fbclid=IwY2xjawN68kFleHRuA2FlbQIxMABicmlkETFsMG1YaWRQRlhoZ2U4NWgzc3J0YwZhcHBfaWQQMjIyMDM5MTc4ODIwMDg5MgABHsYC6a5rSdZGfD8odc3u88L8tmtc-w29UloL7zdjp0YtJDzObMOvsinYVqq0_aem_QYEdqNOFJW0cRIgqMXkxnw

Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

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