El racismo por omisión y la exclusión de lo indígena son las bases del nacionalismo argentino

Retratos de indígenas tehuelches publicados en el volumen 6 del Boletín 143 del Bureau of American Ethnology, del Instituto Smithsoniano. La publicación titulada “Handbook of South American Indians” fue editada por Julian H. Steward en 1901. Fuente: Internet Archive

Los pueblos indígenas y la población negra han sido considerados una amenaza para la construcción de la nación sudamericana


En Argentina, como en otros países latinoamericanos, el Estado ha utilizado la construcción nacional con el fin de lidiar con la heterogeneidad cultural e identitaria existente dentro de sus territorios desde la época colonial y que perduró en el período poscolonial bajo el signo de la independencia. Pero el caso argentino resulta relevante pues consta de una serie de elementos, como el racismo por omisión, que han ayudado a la homogeneización social del país y a la construcción estatal bajo la idea de que la población argentina en su mayoría se compone de migrantes europeos, argumentó Jorgelina Loza, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede Argentina.

La construcción de la nación argentina y el racismo por omisión

Los Estados, para su supervivencia, buscan construir un clima de convivencia bajo un marco de una comunidad nacional. Es decir, que los países deben de construir una idea nacional o étnica que aliente la cohesión, esta se crea con base en la clase, en el género y la etnia. En América Latina, después de las independencias se crea una hegemonía estatal basada en la heterogeneidad social que promueve una jerarquización a través de la discriminación hacia aquellos considerados como diferentes, mencionó Loza.

De esta manera, Angelina Loza identificó un racismo por omisión dentro de Argentina, desde el cual se considera que todo aquel que no entra en la descripción de lo “nacional” queda fuera de la comunidad. Por eso, la raza se convierte en un campo de tensión debido a la jerarquización fenotípica que se promueve a través del “mito de la desaparición de los negros”, el cual asume que debido a las epidemias, al gran número de muertes durante el proceso de independencia y su papel en las guerras de fronteras ya no existe la población negra en el país. De esta manera, se plantea que no hay los “suficientes negros” como para que estos sean sujetos de racismo.

Debido a la generalización de la idea de que Argentina fue poblada por migrantes europeos, a la población indígena se le considera en oposición a lo nacional argentino. Así, mientras para la población europea las tierras argentinas eran una puerta de oportunidad, también era una puerta de salida para aquellas poblaciones catalogadas como indeseables, esta exclusión de la alteridad no se realiza únicamente de manera física, sino que también se expulsa a lo indígena y a la negritud del imaginario social, añadió Jorgelina Loza.

Luchas por la diversidad

Ante esta situación, se puede encontrar que en Argentina se generan nuevas identidades que presionan para integrar una visión indigenista a la historia, además de la presencia de movilizaciones a favor de una autonomía discursiva de los pueblos indígenas, esto en contraparte a los medios de comunicación que plantean que estas exigencias son una politización intolerable que atenta contra la nación argentina, señaló Loza.

El caso argentino, que se caracteriza por la exclusión de lo indígena y lo negro a partir de su concepción como alteridad, contrasta con otros casos como el de México que defiende el mestizaje y se apropia de lo indígena para encontrar su identidad nacional, añadió Natividad Gutierrez Chong, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En conclusión, en la construcción nacional argentina se encuentra un pánico a la diversidad que corta los lazos genealógicos debido a que encuentra en los pueblos indígenas y en la población negra una amenaza, al igual que los desplaza físicamente y los omite del imaginario social. Es así, como parece crucial encontrar la mejor manera de crear comunidad en la que se integre la diversidad, concluyó Jorgelina Loza.

Las anteriores reflexiones fueron planteadas en la tercera sesión del Seminario Permanente Nacionalismos y Racismo, coordinado por Natividad Gutiérrez Chong, Fernando Vizcaíno y Bruno Miranda, investigadores del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. El vento, que se llevó a cabo el 27 de octubre de 2022, fue moderado por Natividad Gutiérrez Chong.


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Prestadora de servicio social en el Departamento de Difusión del IIS-UNAM

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