El sueño inmobiliario

Por Dr. René Jiménez Ornelas y Act. Dalia Reyes García.

El hogar es el espacio mas preciado para muchos de nosotros, es el lugar que nos brinda calma y calidez y es el que proyecta parte de nuestra esencia. Tener donde vivir es algo primordial, por lo que difícilmente alguien puede prescindir (por voluntad propia) de este hecho.

En los años 70´s, cuando las personas que hoy son abuelos y abuelas tenían la necesidad de “independizarse” y encontrar un lugar en donde vivir, esto no representaba un mayor problema, pues varios heredaban terrenos, casas, etc., y cuando esto no sucedía, tampoco era tan grave, porque en aquellos años, poder comprar una casa propia no era una idea tan descabellada, pues lejos de que en México se vivía un “alza” importante del salario mínimo con Luis Echeverría (situación que después detonaría la caída en picada de la economía nacional, aunque eso es parte de otro escrito), los departamentos y casas lograban ser costeables por casi todos, pues el poder adquisitivo en el país daba para adquirir una vivienda, incluso en la Ciudad de México, pese a que siempre ha sido considerada una de las urbes más caras.

En 1969, los departamentos de Tlatelolco se anunciaban como “modernos y de tipo europeo”. Tenían un costo de enganche de 8 mil 500 pesos y una mensualidad de apenas mil 584 pesos, al sur de la Ciudad de México podías encontrar lotes y casas a precio de liquidación, en Coyoacán, las especificaciones de estas viviendas incluían pequeños lujos como: cuatro habitaciones, dos baños y medio, cuarto de servicio y garaje para dos autos y en el Estado de México, el enganche para una casa en la residencial Valle Ojo de Agua en Tecámac, era de mil 250 pesos, ¿lo mejor de todo? paguitos semanales de 198 pesos [ CITATION Roc19 \l 3082 ].

Pero las cifras a veces nos dan malos parámetro, uno pensaría: “¡$8,500 de enganche, que ganga!”, pero lo importante aquí es traer ese monto a valor presente; es decir, en 2019 tuvimos un salario mínimo de $102.68 y para equipararlo con el salario de 1970, encontraríamos que el salario diario debería de ser de $267.47. Lo que significa que el salario de 2019, dividido entre $267.47 es igual a 0.3839, que en porcentaje representa el 38.39%, que es el poder de compra del salario actual, si se le compara con el año de 1970. O a su vez, que el salario de 2019 ha perdido el 61.61% de su poder adquisitivo contra dicho período.

Hoy en día, el valor promedio de compra de un departamento de 50 metros cuadrados en la Ciudad de México es de 3.5 millones de pesos (en zonas no céntricas), y para poder adquirir un crédito hipotecario sobre esa cifra, bancos como Banorte, Afirme, Scotiabank, Santander y HSBC, solicitan ingresos mensuales comprobables que van desde los $66,496, hasta los $98,547. Pero quizá nos estemos yendo a “las grandes ligas”, tal vez conviene comprar un terreno e ir construyendo a nuestro ritmo y gusto una vivienda; pues bien, el valor promedio por metro cuadrado de terreno en las alcaldías con mayor plusvalía ( Miguel Hidalgo, por ejemplo), es de $18,407.43 pesos; pero aquí viene lo peor, todo esto comienza a ser inalcanzable cuando echamos un ojo a los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en donde se reporta que en el 2020, las personas de 30 y 39 años en la CDMX, percibían un ingreso mensual inferior a los 9,000 pesos; además, solo el 8% tiene un ingreso mensual superior a los 21,000 pesos, esto indica que para poder comprar un departamento en Ciudad de México, alrededor de 10 personas deberían de pagarlo juntas, lo que significa que cada una estaría adquiriendo 5 metros cuadrados para vivir, a pagar en 25 años.

Y bueno, ya que un departamento y un terreno propio los hemos descartado, nos queda rentar un departamento en Ciudad de México, los cuales oscilan en promedio entre los $13,000 y $15,000, así que si eres parte del 8% “privilegiado” que gana $21,000 mensuales, podrás aspirar a rentar individualmente, de lo contrario deberás vivir con 1 o 2 personas más, en el mejor de los casos.

Claramente lo anterior no es un intento por desalentar a las nuevas generaciones, todo lo contrario, buscamos exponer un problema latente, que, dentro de los muchos factores, podría derivarse de una violencia socioeconómica, pues la regulación en el tema de vivienda en nuestro país no tiene pies ni cabeza y por obvias razones, nos afecta a todos…

Referencias

Tenorio, R. (11 de febrero de 2019). De Memoria. Obtenido de https://www.dememoria.mx/ciudad/esto-costaban-las-casas-en-los-70/

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Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

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