Entre los años 1965 y 1990 México vivió momentos de represión social, censura y desapariciones forzadas, esta época llamada Guerra Sucia, fue un periodo de violencia ejercida por fuerzas militares en contra de civiles. La concientización que deben de tener las personas para no olvidar estos hechos es la prioridad del seminario de investigación “Verdades innegables. Por un México sin impunidad”, coordinado por Eugenia Allier Montaño, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los vuelos de la muerte fueron un acto de desaparición forzada de campesinos, activistas y militantes del Partido de los Pobres que consistía en que el ejército lanzaba personas desde un avión o helicóptero al mar.
Esta práctica nació en Francia en 1947 con el levantamiento de Malgache y llegó a América Latina en un periodo de dictaduras y guerras sucias acontecidas en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y México. En México, esta práctica llevada a cabo por el Ejército Mexicanose concentró en el Estado de Guerrero, pero también se llevó a cabo en otros lugares de Oaxaca y Jalisco.
Los investigadores del IIS-UNAM trabajaron en realizan un recuento de los hechos a partir del análisis de un conjunto de datos, recabados con información dada por militares, testimonios de familiares de personas desaparecidas y de personas que viven cerca de Pie de la Cuesta, en la Costa en Guerrero, lugar principal donde se ejecutaban los vuelos de la muerte.
Durante la época de 1975 a 1981, Ruben Figueroa fue el gobernador de ese Estado y uno de los principales involucrados en el caso. En ese periodo, los acapulqueños cerca de la costa comenzaron a encontrar cuerpos con signos de violencia en las orillas del mar, situación que comenzó a ser documentada por la prensa guerrerense local.
Daniela Morales compartió que esta política de exterminio se dividió en 2 etapas: Entre 1970 y 1973 esta práctica no fue sistematizada, es decir, no había planeación para llevarla a cabo y posteriormente de 1974 a 1980 ya era una práctica planificada.
A través de los archivos del Comité ¡Eureka!, se registraron listas de 183 personas lanzadas al mar en 25 vuelos de la muerte. El procedimiento para tirar los cuerpos de las personas se conoció a través de un testigo que narró: “Estos señores, torturadores y asesinos, tienen como cementerio particular los lugares despoblados y el mar; y para adentrarse a este último, usan helicópteros y un avión panzón como sapo de color gris, el que se ha visto llegar al Campo Militar Pie de la Cuesta, Mpio. de Acapulco, Gro., desde 1972, en el cual suben a los presos amarrados y vendados, saliendo inmediatamente después con rumbo al mar y a la media hora regresa, bajan una lona cubierta de sangre y al instante los militares la comienzan a lavar, éstas ‘hazañas’ son efectuadas hasta el momento por las noches, entre las 23:00 a las 2:00 horas, por lo regular usan los días jueves y viernes”.
Durante la presentación de la investigación, que se llevó a cabo el 29 de mayo de 2025, se señaló la importancia de reconstruir los eventos históricos que los gobiernos y militares trataron de ocultar y buscaron que sean olvidados. Asimismo, las investigadoras expresaron su sentir de indignación al leer los testimonios de este caso, e invitaron a la población a “no cerrar los ojos” porque la ciudadanía tiene derecho a la memoria.
Para Alonso Getino Lima, Daniela Morales Muñoz, Soledad Lastra, Ludmila da Silva, Emilio Crenzel, Gabriela Pulido y Matari Pierre, participantes de la sesión del seminario, esta investigación no se debe quedar en el Instituto, desde su perspectiva, es necesario que salga a las plazas y Facultades. El informe completo se puede encontrar en la página del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones en México (INEHRM).
Imágenes del evento
Prestadora de Servicio Social en el Departamento de Difusión del IIS-UNAM
