La impunidad y la complicidad hacen posible el fenómeno de la trata

* Mientras siga existiendo la demanda, habrá trata de personas

Por Karla López.

Ciudad de México, 24 de noviembre de 2016.- Por desgracia algunos investigadores consideran que no existe la trata de personas en México porque no hay una estadística fiable y continua. Sin embargo, quienes realizamos estudios cualitativos sobre el tema, encontramos que existen factores raciales y étnicos que son determinantes en este fenómeno, afirmó Natividad Gutiérrez Chong, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM (IIS-UNAM) y coordinadora de la mesa redonda Trata de personas en México: Alcance social y retos gubernamentales.

La industria del sexo en una gran diversidad de formatos, utiliza imágenes de modelos con rasgos físicos europeos, estos pueden verse como “ganchos” para atraer clientes, ya que los servicios contratados por internet son generalmente realizados por mujeres indígenas. Esto ha sido un hallazgo importante para la investigación “Trata de mujer indígenas: articulaciones de etnia, raza y clase”, porque cuando el cliente descubre esta situación, expresa un discurso racial y peyorativo, dando como resultado un régimen de diferencia, el cual implica que, por un lado, las mujeres blancas europeas son dignas del deseo, mientras que las indígenas son baratas y se puede hacer con ellas lo que sea, explicó la investigadora.

México es un lugar de origen, tránsito y destino de las víctimas de trata de personas, esto se refleja en el Diagnóstico Nacional sobre la Situación de Trata de Personas en México. Sin embargo en el análisis del problema debemos considerar que muchos casos de este delito se califican como pornografía infantil, violencia intrafamiliar contra mujeres niños y jóvenes, situaciones que terminan justificadas como temas culturales, expresó Rosa Pérez, directora de área en la Fiscalía Especial Para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA).

La trata de personas es el delito menos investigado en México, sin embargo, los medios de comunicación y las instituciones comúnmente tipifican el delito de trata como explotación infantil, sexual, laboral, servidumbre, tráfico de órganos. Asimismo, son los estados del sur, el origen de la mayoría de las víctimas, quienes terminan en la frontera o en lugares específicos como Cancún, Acapulco, Tijuana y Ciudad Juárez, explicó Arun Kumar, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Actualmente las mujeres son las víctimas más conocidas de la trata de personas, pero se ha documentado que los hombres también son víctimas ya que este fenómeno responde a una cuestión de oferta y demanda. Si el mercado europeo demanda hombres y mujeres “exóticos” se atrae ese tipo de personas a la red por medio de la esclavitud y otras formas en las que no son sometidas físicamente, como el chantaje, explicó Rogelio Quintero, coordinador de proyecto en la Unidad contra la trata, género y niñez migrante en la OIM.

La trata de personas es una realidad que violenta a los derechos humanos, a la libertad de reunión y circulación, al desarrollo físico y psicológico, a condiciones laborales justas, al desarrollo en las comunidades y a la libertad de elección de matrimonio. Por ello, para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), es prioritario generar políticas públicas con el gobierno y la sociedad civil para la prevención, persecución, penalización y la sensibilización acerca del tema, aseveró Rogelio Quintero.

En el trabajo con las víctimas de trata de personas se encontró que la prioridad debe ser la prevención del delito, ya que el daño en las víctimas es irreversible. Sin embargo, para los organismos gubernamentales y las asociaciones, la prevención implica retos como el flujo de la migración, la capacitación de funcionarios públicos y la sensibilización de los consumidores de productos que implican la explotación laboral, afirmó María Fernanda Rascón, representante de Infancia Común A.C.

Respecto al aspecto educativo, los niños reconocen las formas del rapto y el enamoramiento, pero no se les ha enseñado que existe un peligro latente en el internet y las redes sociales. Asimismo, se identifica la necesidad de coordinar acciones entre académicos, investigadores, institutos, asociaciones y fundaciones, señaló Rascón.



Fotografía de portada: Eneas de Troya

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Departamento de Difusión del IIS-UNAM

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