El Patrimonio Cultural Inmaterial al servicio del turismo

La patrimonialización trae problemas como la injusta distribución de ganancia y la resignificación de las expresiones culturales, Amparo Sevilla

El nombramiento de ciertas prácticas culturales como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) por la UNESCO, parece tener consecuencias negativas como la floklorización y mercantilización de la diversidad cultural. En este proceso se observan intereses políticos y económicos en disputa y la amenaza de cambios significativos en dichas expresiones culturales. “Ni las declaratorias internacionales ni nacionales han logrado exponer con claridad en qué consiste la salvaguardia del PCI, ni de qué, ni para quiénes se deben proteger estos patrimonios”, afirmó Margarita Chaves, investigadora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.

Actualmente se observa un fenómeno de culturización que implica la “exotización, folklorización, negación de las agencias políticas de estos grupos, y la desmarcación de flujos de memoria histórica de discriminación que estos grupos han vivido”, aseveró Chaves. En este debate sobre los usos de la cultura, ha tomado lugar el turismo y el emprendimiento, “el patrimonio sólo existe para el turismo y hay que pensar qué hacer con ello”, concluyó la investigadora.

Dentro de la preservación de las prácticas sociales se requiere no fomentar el concepto de propiedad de los conocimientos culturales, sino el de poseedores. Por ejemplo, respecto a El Rabinal Achí de Guatemala, “el énfasis está en evitar la apropiación y fomentar la socialización de conocimientos sobre los bailes para su reproducción, ya que lo esencial está en la práctica”, indicó Sergio Navarrete, investigador del CIESAS-Pacífico Sur.

El PCI se construye socialmente mediante un proceso marcado por conflicto de intereses. En el caso particular del Flamenco en 2010 en Andalucía, “a través de los procesos de patrimonialización, se vive una flamenquización. Todo es Flamenco, la vida antes del Flamenco no existe, sin embargo, es mentira que ahí todos aman y hacen Flamenco, sólo sirve para justificar la ritualidad que pide UNESCO”, señaló Clara Macías, investigadora de la Universidad de Huelva.

Algunos problemas que existen en el expediente de registro de la Pirekua de Michoacán como PCI ante la UNESCO, es que indica haber consultado a los pireris para su patrimonialización, cuando “de los 80 músicos y pireriicha encuestados el 91% afirmó no haber sido informado ni consultado para que la Pirekua ingresara a la Lista Representativa”. Además, manifiesta una realidad diferente a la que existe en la comunidad, en donde está presente el ejército y hay una lucha por la autonomía en Cheran, aseveró Georgina Flores, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM (IIS-UNAM).

En torno a la danza del palo-volador de Veracruz, Fernando Nava, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, realizó un análisis discursivo del libro “La danza de los voladores” escrito en Náhuatl y Español por la comunidad de Cuetzalan en 2006, y del expediente de la UNESCO, de esta misma práctica, titulado Ceremonia Ritual de los Voladores en 2009. A partir de dicho análisis, Nava explicó que parece que ambos textos “prospectivamente están visualizando el día de mañana una muy distinta expresión cultural”.

Amparo Sevilla, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), presentó el video documental “Los riesgos de la patrimonialización”, en donde expone los diferentes problemas que han ocurrido posterior al nombramiento de PCI de cuatro prácticas culturales mexicanas. Y sentenció que “el problema de los procesos de patrimonialización ocurren en la injusta distribución de la ganancia económica, y en la incidencia en el ámbito simbólico de los procesos de producción, dado que se resignifica la expresión cultural para ser vendida”.

Por su parte, los hermanos Juan y Leopoldo de la Cruz, integrantes de ltsïiri Uájpa, Pireriicha de Janitzio, explicaron que el turismo ha afectado diferentes aspectos de su cultura Purépecha. Desde las transformaciones que ha tenido la Pirekua para poder ser consumida, hasta cuando los turistas visitan los panteones en el popularmente llamado Día de muertos, debido a que “el ritual de hablar con nuestro muerto se está perdiendo, pero no es culpa del turismo, sino mía, porque me incomoda hacerlo frente a los turistas”, expresó Juan.

De acuerdo con lo mencionado, Zara Monroy, rapera y activista de la nación comcaac, aseveró que “en todas las comunidades indígenas están despojando las tierras y la cultura, siempre llega alguien que quiere aprovecharse de ello de alguna forma. Sin embargo, somos pocos, pero somos fuertes”.
Esta problematización fue expuesta dentro del Coloquio “Patrimonio Cultural Inmaterial: problemas y reflexiones”, coordinado por Georgina Flores y Fernando Nava, que se llevó a cabo del 17 al 19 de abril en el IIS-UNAM y en la Facultad de Música de la UNAM.


Fotografías del evento


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Fotografía de portada: S a t u r n i n e

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Becaria del Departamento de Difusión del IIS-UNAM (2017-2018).

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