Consumo y memoria: polos entre los que se debaten las experiencias en las ciudades
* En la gestión para el turismo, la moda y las experiencias del comer se identifican luchas por la administración de las sensibilidades urbanas.
México, D.F., 22 de octubre de 2015.- En la actualidad, las campañas publicitarias buscan difundir valores y emociones, con lo cual construyen un entorno de ilusiones y estereotipos que alejan a las personas de su realidad objetiva. En este sentido, la moda ha generado un modelo de comportamiento que marca las pautas de la integración o desintegración social, señaló Clotilde Hernández Garnica, investigadora de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, durante su participación en el Seminario de Estudios de la Experiencia Urbana, coordinado por Margarita Camarena Luhrs, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Por su parte, Cesar Gilabert, investigador de la Universidad de Guadalajara, afirmó que las modificaciones que ha tenido el paisaje urbano de Puerto Vallarta, han sido orientadas por esquemas de gestión que atienden a intereses de la industria turística y el consumo. La construcción de la imagen turística de “pueblo típicamente mexicano”, la cual no corresponde con la realidad de toda la ciudad, hace que la atención gubernamental atienda de forma prioritaria a sectores específicos y deje de lado otros aspectos del desarrollo urbano en esta ciudad.
Por otro lado, en las experiencias del comer existe una conexión entre colores, sabores y vivencialidades, ya que intervienen diferentes procesos de percepción. Al comer se despiertan recuerdos, por lo que esta práctica puede vincularse con la biografía de cada persona, señaló Adrián Scribano, investigador del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires.
Asimismo, afirmó que las prácticas del comer, que siempre implican una relación con otras personas, están marcadas por la desigualdad y la diferencia, ya que existe una distribución desigual de nutrientes y una tendencia hacia la mercantilización de las experiencias del comer, lo cual se identifica con el hecho de que muchas personas reconocen la existencia de un paradigma del “buen comer”.
El investigador señaló que existe una conexión espacial y temporal en las experiencias del comer, ya que están determinadas por el espacio y los momentos en los que se come, “la comida marca momentos de nuestra vida”, por lo que el estudio del comer puede ser un indicador de lo que significa tener una experiencia.
A la par de las presentaciones de los académicos, los asistentes participaron en una dinámica denominada “encuentro creativo expresivo”, que consistió en la expresión gráfica de las sensaciones despertadas durante la sesión mediante dibujos individuales y colectivos que posteriormente fueron discutidos.
Las actividades realizadas durante la sesión del seminario fueron vinculadas con los trabajos del “Curso-Taller básico de cómo explorar experiencias en la ciudad”, impartido por Adrián Scribano del 19 al 23 de octubre en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Técnico Académico del Departamento de Difusión del IIS-UNAM | cabrera@sociales.unam.mx
