Según su propio relato, en 1907 estaba Albert Einstein sentado en su oficina de patentes de Berna, cuando una peculiar idea lo impulsó a desarrollar su teoría de la gravitación: una persona en caída libre no sentiría su propio peso. La feraz imagen es relevante a la mente situada, es decir, a la conciencia de uno mismo en relación al mundo, pues el cuerpo y la gravedad confluyen para instaurar un acto psicológico ampliado o extendido. Resuenan versos del poema significativamente titulado “Razón de estar” de José Ángel Valente (1929-2000): “Estoy en este aire que resiste mi peso / mi gravedad, mi dura memoria del futuro”.
Fuente: : El Seminario
Fecha de publicación: 24 de agosto 2019
Mención: Roger Bartra
Disponible en:
https://elsemanario.com/colaboradores/jose-luis-diaz-gomez/322855/cerebro-participe-neurociencia-del-ambiente-mentalizado/
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